BERISSO NO RESPIRA: Cierre de Acerías, traición en Astillero y la calle sin control

Sin embargo, la semana cerró con un sacudón en el “staff” presidencial. Guillermo Francos renunció a su puesto como Jefe de Gabinete. Su reemplazo será Manuel Adorni, quien subirá de rango en una reorganización que también incluye la salida de Lisandro Catalán del Ministerio del Interior.

La recesión dejó de ser una estadística para convertirse en una herida abierta en la comunidad. Acerías Berisso cerró sus puertas de manera fulminante, sin un solo aviso, dejando a cincuenta hogares pendiendo de un hilo.

Más de un mes de salarios adeudados es el saldo frío de esta partida de ajedrez donde los obreros son las piezas sacrificadas. Lejos de afrontar la crisis, la cúpula empresarial intentó una maniobra de vaciamiento, frenada solo por la digna trinchera de los trabajadores, que custodian lo poco que queda.

La sensación que permea en el aire no es otra que la de una impunidad descarada, donde el costo humano es la variable de ajuste más barata en el balance de cuentas.

El mapa político local se reconfiguró bajo el signo de la furia silenciosa. Berisso, si bien mantuvo la afluencia electoral, viró con una fuerza notable hacia los discursos de ruptura radical.

La Libertad Avanza capitalizó el hartazgo y el desencanto, sumando miles de votos que no buscan correcciones, sino una demolición total del statu quo. El resultado es un espejo: el votante berissense no está estático; está desesperado por un cambio, atraído por la promesa de soluciones drásticas ante una crisis crónica.

Astillero Río Santiago: cuando la defensa se convierte en escándalo

El Astillero Río Santiago, bastión del trabajo y la soberanía productiva, se vio golpeado por la infamia. Lo que debería ser la vanguardia de la lucha por la reactivación naval se hundió en una denuncia de traición interna.

Trascendió que referentes de ATE, quienes debían ser la voz y el puño de los operarios, fueron beneficiados con "categorías de privilegio" que disparan sus ingresos. El escándalo hiere de muerte la credibilidad de la dirigencia gremial, demostrando cómo, incluso dentro de las filas obreras, la ética sucumbe ante la tentación del dinero fácil.

El panorama urbano culmina en un manto de descontrol nocturno que desespera a los vecinos. Las madrugadas se convirtieron en una pesadilla sonora por las estruendosas explosiones de motos que circulan sin control ni respeto por las normas.

La falta de presencia policial y la inacción municipal alcanzaron su punto máximo el sábado, con el show de explosiones en el corazón del Parque Cívico.

La pregunta es: ¿Dónde reside la autoridad? La desidia se palpa en el centro, donde peleas callejeras son la banda sonora de la noche.