Un vecino denuncia que un taxista estafó a una señora mayor en Berisso

En Berisso te pueden “correr relojeando” a la madrugada con motos, y también te pueden afanar disfrazados de servicio regular al mediodía. Eso también es parte de un estado que no llega, no regula y no se hace ver. Y en el medio… los vecinos quedan a merced de la buena o mala suerte.

Según contó su familia, una mujer de 70 años fue a retirar dinero al centro de Berisso. A la vuelta tomó un taxi desde la parada de Montevideo y 5 para regresar hasta 132 y 8. Al momento de pagar, creyendo entregar los billetes correctos, le dio al conductor $60.000 por un viaje que costaba $6.000. El taxista, que según describieron tenía el disco 264, tomó el dinero, aceleró y se fue sin siquiera advertirle el error.

El viaje duró desde las 11:47 hasta las 12:15. El propio taxista le dijo que iba lento porque “el auto no andaba bien”. Pero lo que sí le funcionó perfecto fue darse cuenta que la pasajera era mayor y vulnerable.

Su familia denunció el hecho y pidió que se visibilice. Señalan que mientras algunos choferes cuestionan las apps porque “les sacan laburo”, después pasan este tipo de situaciones que dañan la confianza y perjudican a los propios trabajadores honestos del sector.

En Berisso, la inseguridad y la falta de controles no se limita sólo a la noche o a la calle: también aparece en vínculos donde debería reinar la confianza. Y cuando eso se rompe, el daño es más profundo que los pesos que faltan.