Norberto Pagliettini, un emblema del centenario

Nacido en enero de 1939, Pagliettini tuvo su primer contacto con el básquet en 1953, en el Club Estrella. Jugaba de base y rápidamente comenzó a destacarse, lo que lo llevó a competir en el Torneo Platense con Swift en 1957. En 1958 volvió a Estrella, pero un año después su destino cambió gracias a dos amigos, Marini y Guruciaga, que lo acercaron a Villa San Carlos. Allí jugó hasta 1961, dejando una huella en el equipo de básquet de la institución.

Su paso por la Marina no lo alejó del deporte. En Punta Alta, representando a la fuerza, fue parte del equipo campeón en 1961. Al año siguiente, se casó con Tita, con quien formó una familia mientras construía su carrera profesional.

Comenzó a trabajar a los 14 años en el frigorífico Swift, donde ingresó como mensajero y llegó a ser gerente contable de planta, cargo que ocupó hasta su cierre en 1979. Luego se desempeñó en una metalúrgica local y en el estudio contable Sotiru y Asociados, hasta que volvió a EICA S.A., una fábrica de válvulas de la que también fue tesorero. En 1981, tras el cierre definitivo de la empresa, ingresó al Instituto Médico Platense como analista de costos y luego jefe contable.

En 1991, el entonces intendente Eugenio Juzwa lo convocó para ocupar el cargo de Secretario de Gobierno. Asumió el 11 de diciembre de ese año y, al día siguiente, ya estaba trabajando. En ese período, fue responsable de una profunda reorganización del municipio: se revisaron los legajos de los 978 empleados y se redujo la planta a 255. Estuvo en ese rol hasta enero de 1993.

Hoy, a sus 86 años, Norberto sigue vinculado al club de sus amores. Preside el Tribunal de Honor y acompaña las actividades institucionales con la misma pasión que lo llevó a ponerse la camiseta celeste hace más de seis décadas.

“Villa San Carlos no es sólo un club. Es una parte viva de la historia de nuestra ciudad. Y yo tuve la suerte de ser parte”, aseguró en diálogo con Ahora Berisso.