La deuda promedio de los argentinos ya supera los $5,6 millones y crece la morosidad, según el BCRA

El último informe del Banco Central de la República Argentina (BCRA) encendió nuevas alarmas sobre la situación financiera de los hogares: la deuda promedio por persona ya supera los $5,6 millones, lo que representa un salto interanual del 75% y confirma el deterioro económico que atraviesa la población.

Según el reporte, 6,2 millones de argentinos mantienen deudas activas con bancos y prestadores no financieros. El nivel de endeudamiento actual no solo es récord, sino que además está acompañado por un aumento sostenido de la morosidad, un fenómeno que preocupa al organismo monetario.

Hace un año, la deuda promedio por cliente rondaba los $3,2 millones, por lo que el incremento en ese lapso refleja un agravamiento marcado en la capacidad de pago de los sectores medios y bajos, que enfrentan ingresos estancados y crecientes costos financieros.

Crecimiento del crédito no bancario

Del total de los compromisos asumidos por cada persona, el informe detalla que $4,4 millones corresponden en promedio a préstamos y productos financieros de bancos tradicionales, mientras que los restantes $1,2 millones provienen de entidades no bancarias.

Ese segmento incluye fintech, billeteras digitales, cadenas de supermercados y emisoras de tarjetas de compra. Para el BCRA, es uno de los rubros que más crece, impulsado por familias que recurren a múltiples fuentes de financiamiento para afrontar gastos cotidianos en un contexto de pérdida del poder adquisitivo.

Morosidad en alza

Otro de los puntos críticos del documento es el aumento del incumplimiento en los pagos. La morosidad total escaló al 8,6%, más del doble que a comienzos de año. Pero el panorama es todavía más delicado en el sector no bancario: los préstamos de fintech tienen una irregularidad del 20%, mientras que las billeteras virtuales exhiben un 18% de impago.

La situación más extrema se da en la financiación de electrodomésticos, donde la mora trepa al 27%. El BCRA atribuye este nivel a una combinación de precios elevados, salarios retrasados y tasas de interés que complican el sostenimiento de las cuotas mensuales.

En sus conclusiones, el Banco Central advierte que estos indicadores reflejan “un deterioro adicional en la calidad crediticia” y proyectan la posibilidad de que tanto el endeudamiento como la morosidad continúen creciendo en los próximos meses si no se recupera el poder de compra de los ingresos.