
Policiales
Una fiesta en el country Grand Bell terminó a los tiros y con un escándalo policial
Un joven de 27 años atacó a un adolescente y disparó dos veces tras un altercado por fuegos artificiales. La Justicia lo investiga por amenazas agravadas.
6 de Agosto de 2025

El exclusivo country Grand Bell de City Bell vivió una madrugada que pareció sacada de una serie policial. Una fiesta que parecía transcurrir sin mayores sobresaltos terminó con un adolescente golpeado, dos tiros al aire, un allanamiento y una denuncia penal por amenazas agravadas.
Todo se desató durante la noche del viernes y las primeras horas del sábado, cuando un joven de 27 años estalló de ira al escuchar que un grupo de adolescentes —entre ellos, un chico de 15 años— había encendido fuegos artificiales en el barrio. Enfurecido por el ruido, el hombre se dirigió hasta la casa donde se realizaba la reunión y, según denunciaron, primero increpó al menor, lo golpeó y luego disparó dos veces.
Un arma legal, pero un accionar cuestionado
El hecho fue denunciado por el padre del adolescente, quien alertó a la Policía y detalló lo sucedido. La situación derivó en un allanamiento en la vivienda del agresor, donde efectivos de la Comisaría Decimocuarta encontraron una pistola semiautomática 9 mm con 166 balas intactas. A pesar de que el implicado tenía la documentación en regla para portar armas, la Justicia decidió avanzar con una causa caratulada como “amenazas agravadas”.
La investigación está ahora en manos de la fiscal Virginia Bravo, de la UFI N°7, quien deberá determinar si el joven actuó bajo una legítima defensa o si su accionar representa un delito mayor, sobre todo por el uso de un arma de fuego en un ámbito residencial y en presencia de menores.
El lado oscuro de los countries
El caso vuelve a poner bajo la lupa los problemas de convivencia dentro de barrios cerrados donde, pese a las cámaras, los controles de seguridad y la tranquilidad aparente, no faltan episodios de violencia. En este caso, el episodio no terminó en tragedia de milagro, pero deja una fuerte preocupación entre los vecinos y abre un nuevo debate sobre la tenencia de armas en ámbitos residenciales.
