Denuncian un episodio de exclusión en el Jardín 910 y se puso en valor el gesto de una preceptora

Ese día, las distintas salas participaron de una coreografía de chacarera. De acuerdo al testimonio de la madre, la docente de la Sala Naranja del turno tarde decidió no incluir a la niña en la danza ante la ausencia circunstancial de su acompañante terapéutica y no ofreció asistencia para facilitar su participación junto al resto del grupo.

La situación cambió gracias a la intervención espontánea de Natalia, una preceptora de otra sección, quien se acercó por iniciativa propia, tomó la silla de ruedas de Brunella y la acompañó durante toda la coreografía, asegurando que pudiera ser parte del acto como sus compañeros.

La familia señaló que la trabajadora incluso habría recibido un trato poco cordial por parte de la docente al intentar integrar a la alumna a la actividad. Además, remarcaron que no es la primera vez que Brunella queda relegada de propuestas escolares, algo que incrementa la preocupación por su inclusión en el ámbito institucional.

Los familiares agradecieron públicamente la actitud de la preceptora, destacando su compromiso, empatía y sensibilidad. También insistieron en la necesidad de que las escuelas garanticen la participación plena de todos los chicos, especialmente de quienes requieren apoyos específicos para desenvolverse en igualdad de condiciones.