Economía
Milei implementó un esquema que modifica la distribución de subsidios al transporte
En nuevo esquema se basará en la demanda y en los kilómetros recorridos por cada línea de colectivos.
6 de Noviembre de 2024
El gobierno de Javier Milei implementó este martes un esquema que modifica la distribución de subsidios al transporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), basándose en la demanda y en los kilómetros recorridos por cada línea de colectivos. Publicado bajo la Resolución N°45/2024 en el Boletín Oficial, este sistema se presenta como una medida de ajuste fiscal y “eficiencia”, pero genera incertidumbre sobre la continuidad del servicio y su impacto en los usuarios de menores recursos.
Con esta nueva disposición, la Secretaría de Transporte ha decidido abandonar el tradicional subsidio basado en la oferta del servicio. En cambio, los fondos se distribuirán únicamente si existe una correlación demostrable entre el aumento de kilómetros recorridos y el crecimiento en la cantidad de pasajeros. Esto implica que las empresas deben probar que el aumento de kilómetros justifica un incremento de la demanda para poder acceder a los subsidios. En caso contrario, se consideran “ineficientes” y quedan fuera del esquema de compensaciones, dejando a líneas con trayectos largos y baja demanda en situación vulnerable.
Esta metodología clasificará los costos en dos categorías: variables, como combustible y mantenimiento, que dependen de los kilómetros recorridos, y fijos, como seguros e impuestos, que son invariables. Sin embargo, el esquema exige una adaptación constante de los kilómetros recorridos y reportados en tiempo real a través del sistema SUBE, lo que agrega una carga administrativa que puede ser inalcanzable para pequeñas empresas de transporte. Además, se anunció que los datos serán ajustados por estacionalidad y margen de error, lo que abre la puerta a potenciales conflictos sobre la precisión y transparencia en los datos.
El impacto de este cambio puede ser particularmente grave en el interior del AMBA, donde la frecuencia de los colectivos ya es limitada. Al priorizar las zonas de alta demanda, el nuevo esquema podría reducir aún más las frecuencias en áreas periféricas y desincentivar a las empresas a operar en esos lugares.